❝ Strong is fighting! It's hard, and it's painful, and it's every day. It's what we have to do.

Isla Lindley había jurado jamás enamorarse de un hombre de la ley. La joven que pasaba sus días manifestándose contra la violencia, alzando flores al cielo y colocando carteles de colores por cada rincón de Colorado, prometió frente a sus compañeros y amigos que, bajo ningún concepto, regalaría su corazón a alguien con uniforme y un arma en el cinturón. Hasta que Lance Sawyer se cruzó en su camino.Lo que comenzó como una relación en secreto, estrictamente física, terminó convirtiéndose en una ceremonia discreta oficiada en una playa de Boulder. Ambos eran jóvenes, algunos dirían que demasiado, pero ninguno deseaba separarse del otro. Años pasaron; Isla, eterna enamorada de la repostería, consiguió hacerse con su propio negocio: una pequeña pastelería a unas cuadras de su hogar. Lance, trabajador como el que más, ascendía en la comisaría con éxito. Los tiempos cambiaban, las modas evolucionaban o morían, pero ellos permanecían.Embarazados quedaron una primera vez, lamentablemente no salió bien. Isla lo anhelaba; abrazar a una criatura propia contra su pecho, Lance lo soñaba; cantar nanas a un recién nacido. Y así fue. Años más tarde, la pequeña Layla llegó a sus vidas, y ese día las flores brotaron más bonitas.Todo parecía marchar bien. Una niña que crecía sana, feliz, amada. Un matrimonio que permanecía fuerte, brillante, en paz. Cuando la joven Sawyer cumplió los 17 años, una negra sombra se posó sobre los tres."Lamento informarle de que su marido ha fallecido durante una redada."Dos disparos en el pecho, uno en la nuca.No fue suficiente la pérdida, no bastó con los sollozos desgarradores. Días más tarde, en su puerta aparecieron varios agentes, con una única explicación: a la mesa del comisario habían llegado unos supuestos papeles, que ensuciaban el nombre del varón, involucrándolo en un caso de corruptela policial. Layla nunca creyó aquello, firme ante la imagen que siempre había tenido de su progenitor. Pero qué más daba la opinión de una simple adolescente.Ambas mujeres fueron investigadas durante meses, controladas hasta cuando simplemente gastaban unos dólares en el mercado. Isla cayó en depresión, y su pastelería terminó desapareciendo. Pero Layla no se rindió. Entró en la universidad, recaudó dinero a base de trabajos como niñera, y se enamoró. Pero, la vida, tan dulce y amarga a la vez..."¿Trabajas para ellos?"
"Lay..."
"¡No, te he hecho una pregunta! ¿Trabajas para la policía? ¿Ellos te han enviado aquí?"
"Querían mantener un ojo sobre ti. Comprobar que nada de tu padre está en tus manos."Y así, tan aparentemente fácil, Cooper Silver pasó a ser un odioso recuerdo escondido en lo más profundo de su memoria.Actualmente, Layla es residente de cirugía pediátrica, y se mantiene lejos de su lugar natal. Vive sola, habiéndose negado su madre a abandonar Colorado y el recuerdo de Lance. Siempre sonriente, siempre amable, mantiene una naturaleza libre que le permite sobrevivir a los demonios del pasado y encarar el presente.

❝ We’re all a little broken. Yet some pieces still manage to fit together.